Fracaso escolar en el entorno del Campo de Gibraltar

Averiguar las causas del fracaso escolar en apenas tres semanas de prácticas es una tarea muy difícil de abordar. Con este pequeño estudio trato de contextualizarlo en el entorno del campo de Gibraltar.

domingo, 29 de mayo de 2011

Fracaso Escolar y Género

Los datos son reveladores, se observa una tendencia en diversos países a que el fracaso escolar de los chicos sea mayor que el de las chicas. Esto ha planteado el debate de a qué se debe el diferencial de rendimiento educativo entre chicos y chicas. Hay quienes sostienen que estas diferencias se deben a características psicológicas asociadas de forma natural a cada sexo. Por otra parte, hay quienes afirman que estas diferencias se deben a las relaciones de género, a cómo chicas y chicos se desenvuelven en el entorno escolar, siendo las chicas más obedientes con el orden escolar, mientras que los chicos tienden a ser más rebeldes, para desafiar la autoridad establecida. Por último, hay quienes sostienen que chicos y chicas se enfrentan a diferentes oportunidades laborales. Las oportunidades laborales de las mujeres con bajo nivel educativo son mucho peores que las de los chicos, por lo que ellos estarían tentados de dejar el sistema educativo y ponerse a trabajar en mayor medida que las mujeres.
Una causa del fracaso escolar que sucede en mi escuela es la poca motivación causada por los innumerables controles que siempre se acumulan con menos de una semana de antelación, en la cual el estudiante solo se centra en los controles que sabe que va a poder aprobar y ya tira la toalla con los exámenes difíciles y no hace mas caso de la asignatura. Así, sigue la rutina hasta que al final no estudia para ninguno ya que siempre está tirando la toalla y no prestando atención ya que no se entera de nada.
El objetivo comunitario de reducir el fracaso escolar al 15,5% en 2010 se ha convertido para España en una amarga quimera. A la luz de la experiencia y de los actuales conocimientos científicos, se presume que la educación mixta de aplicación metodológica común ha dejado de tener sentido.

Según el Informe PISA*, el desastre del elevado fracaso educativo español (30,8% en 2006) y el abandono escolar temprano son un asunto esencialmente masculino. Según este estudio, sin la abultada contribución de los varones a ese descalabro, en el que la inmigración contribuye sólo en una porción mínima, las alumnas españolas no estarían muy por debajo de la media educativa de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos(OCDE). En la antesala de la sociedad del conocimiento, más del 36% de los muchachos y el 25% de las chicas salen del sistema escolar sin ni siquiera haber cubierto la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO); jóvenes con una formación académica mínima y ni oficio, ni beneficio.
Pedagogos e investigadores españoles atribuyen los motivos del fracaso escolar podría deberse a diferencias de género. Afirman que un 30,8% del fracaso es un asunto masculino y que las alumnas obtienen un rendimiento superior.
Las razones de ese fracaso residen en que aplicamos la misma metodología a chicos y chicas sin tener en cuenta sus notables diferencias biológicas, el dimorfismo cerebral que explica sus distintos comportamientos" afirma María Calvo Charro, autora de numerosos trabajos sobre la educación.
La variable de género ha sido poco utilizada en la investigación estadística oficial, aunque pocos directores de centros de enseñanza dudan, de la significación de las diferencias entre el comportamiento educativo masculino y femenino. A falta de datos oficiales y sin pretensiones científicas mayores, algunos pedagogos han optado por confeccionar sus particulares estadísticas para poder calibrar el alcance del fenómeno, siquiera en el plano doméstico.
Antonio Matamala, pedagogo, director de Bachillerato del colegio Liceo Europeo de Madrid, ha realizado una indagación que cubre los cuatro cursos de la ESO y los dos de Bachillerato. La misma, muestra que en los seis ejercicios académicos el número de varones suspendidos en más de tres asignaturas superó siempre al de las chicas.

Los propios estudios del Ministerio de Educación establecen que entre los estudiantes que acaban la ESO el porcentaje de varones repetidores (49%) dobla, prácticamente, al de las mujeres (26%).
Pese a todo, la hipótesis de diferencia de género propuesta por los estudiosos escandaliza a buena parte de la comunidad educativa. "La coeducación es, en sí misma, un valor que facilita la convivencia en igualdad. Hay que tener en cuenta que la educación no es solo la transmisión de conocimientos", destaca Carmen Vieites, de UGT y promotora del proyecto Sindicadas Educando en Igualdad. "No creo que separar a los alumnos por sexo resuelva las cosas", comenta Ana María Savaté, directora de la Oficina de Igualdad de Género de la Complutense de Madrid. Tampoco a Matamala le parece una buena idea. Al igual que otros especialistas, opina que los políticos, los padres y el conjunto de la sociedad debe tomarse en serio que la educación es una tarea de todos y que hay que combatir el modelo de sociedad consumista que alimenta el deseo y, por lo mismo, la frustración. Una de las creencias que subyacen esta postura es que los palos que bloquean la rueda del sistema educativo son también el bombardeo televisivo de la violencia, el abandono de valores como el esfuerzo y el machismo todavía latente en tantos hogares españoles. La pregunta sigue siendo: "¿Qué hacer?".


La única respuesta unánime es que habrá que hacer lo imposible para reducir la calamidad del desastre escolar  esa grieta de género, y para que nuestro país no pierda pie en el camino hacia la sociedad del conocimiento.
En mi Centro esta diferencia de género a la hora de especificar el fracaso escolar es un dato revelador. Es mucho más grande entre los chicos que entre las chicas.

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