Fracaso escolar en el entorno del Campo de Gibraltar

Averiguar las causas del fracaso escolar en apenas tres semanas de prácticas es una tarea muy difícil de abordar. Con este pequeño estudio trato de contextualizarlo en el entorno del campo de Gibraltar.

martes, 19 de abril de 2011

La generación ni-ni. La vanguardia 01 de febrero de 2011

JOSEP PLAYÀ MASET BEATRIZ NAVARRO - LA VANGUARDIA, 1 de febrer de 2011, Barcelona / Bruselas

ABANDONO Más de seis millones de jóvenes de 18 a 24 años no acaban sus estudios de secundaria
DIFERENCIAS El 26% de jóvenes extranjeros de la UE fracasa, frente al 13% de los nativos
El fracaso escolar es hoy en día un pasaporte exprés hacia la precariedad, advirtió ayer en Bruselas la comisaria europea de Educación, Androulla Vassiliou. Más de seis millones de jóvenes abandonan cada año los estudios sin concluir la secundaria y ello supone un obstáculo serio para el desarrollo económico y social y para un crecimiento sostenible. Un handicap que se agrava por la concentración de ese fracaso entre los jóvenes de origen inmigrante, con tasas que doblan las de los autóctonos.
 
Es un sector de la población "en riesgo de acabar en el paro, o vivir en una situación de precariedad o pobreza, o dependiente de las ayudas sociales", dijo Vassilou. Estudios oficiales elaborados en Finlandia y Holanda indican que cada una de estas personas acaba costando al Estado un millón de euros a lo largo de toda su vida. "Es una tendencia inasumible", resumió la comisaria. Los datos proceden de la Encuesta Europea sobre las fuerzas de trabajo y han llevado a la UE a incluir en la llamada Estrategia Europa 2020 el objetivo de reducir la tasa media de abandono escolar, ahora en el 14,4%, a menos del 10% de media. José Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea, declaró ayer que "Europa no se puede permitir olvidar a tantos jóvenes con potencial para contribuir al desarrollo de nuestra sociedad y nuestra economía". Y la comisaria de Educación, Cultura, Multilingüismo y Juventud, Androulla Bassiliou, añadió que "bastaría con reducir un punto porcentual la proporción de los que abandonan prematuramente los estudios en Europa para que el número de jóvenes cualificados aumentase en casi medio millón cada año".

La situación es aún más preocupante entre los jóvenes de origen inmigrante. El 26% de los extranjeros de la UE de 18 a 24 años ha abandonado el sistema escolar sólo con un título de primaria o han cursado parte de la secundaria o de la formación profesional sin obtener el diploma correspondiente. Entre los nativos ese porcentaje se reduce al 13%. En tres países, España, Italia y Grecia, el fracaso entre los jóvenes inmigrantes supera el 40%. Un porcentaje que también se da en Macedonia y Turquía. En general esta proporción entre nacionales y extranjeros se mantiene en la mayoría de países con algunas excepciones como Portugal, Gran Bretaña o Noruega, donde incluso es mayor el fracaso entre los nativos. También sucede lo mismo en Rumanía, aunque en ese país la tasa de fracaso se da sobre todo entre la minoría rom.

La UE no entra en el análisis de esas diferencias aunque apunta a las condiciones socioeconómicas familiares como una de las causas de ese fracaso. Y es evidente que los inmigrantes, especialmente aquellos que han llegado más recientemente, tienen un nivel sociocultural más bajo y viven en condiciones más precarias. Otro elemento que no aparece en el documento pero que otros estudios han demostrado que era de gran relevancia en países como España es el fenómeno de la reagrupación familiar. Los jóvenes que llegan en edades comprendidas entre los 10 y los 15 años sufren un shock por el cambio de costumbres y de métodos educativos (vienen de países con sistemas educativos más flojos o no han estados escolarizados los suficientes cursos), a menudo también de lengua, y muchos no llegan a adaptarse. Cuando alcanzan los 16 años, límite de la escolarización obligatoria, abandonan el sistema educativo. Ni las aulas de acogida ni otras medidas de refuerzo han impedido la guetización de algunos centros y una caída importante en el rendimiento escolar.

El último informe PISA, la macro evaluación de la OCDE que mide el nivel de comprensión lectora, de matemáticas y de ciencias de los alumnos de 15 años, también reveló que los estudiantes de origen inmigrante obtienen peores resultados académicos. De los 65 países analizados en el informe, España es uno de los que presenta una mayor diferencia de resultados entre alumnos inmigrantes y autóctonos. La media de la OCDE en lectura, el área en el que se centraba el último informe PISA, es de 494 puntos. Los inmigrantes sacan 43 puntos menos en esta materia de media. En el caso de España, con una media global en lectura de 481 puntos (puesto 33), la diferencia de puntuación llega a los 56 puntos. Italia (72 puntos), Finlandia (70), Austria (67), Suecia (66) o Francia (61), aún presentan más desigualdades en este sentido. Una desigualdad que en Catalunya es más preocupante. Mientras los alumnos de 15 años nativos alcanzan los 507 puntos en lectura - lo que situaría a Catalunya al nivel de Holanda, que ocupa el puesto número 10 en la clasificación de 65 países-,los chicos inmigrantes residentes en esta comunidad se quedan en 421 puntos. Este dato sitúa a Catalunya como la segunda comunidad autónoma con mayor diferencia de resultados entre inmigrantes y nativos. Los expertos aseguran que el sistema educativo ha fallado a la hora de acoger estos alumnos, se ha visto desbordado con la llegada masiva de estudiantes de fuera en un corto periodo de tiempo de no más de diez años y no ha reaccionado con rapidez al fenómeno.

Aun así, el país de origen no es el factor que genera mayor desigualdad en las puntuaciones de los alumnos. El nivel sociocultural de los padres continúa siendo la clave. En España, los alumnos cuyos padres sólo tienen estudios primarios obtienen 407 puntos de media en lectura, mientras que los chicos con padres universitarios llegan a los 504 puntos; una diferencia de 97 puntos, lo que equivale a un curso entero. Las diferencias se agrandan si se contempla la media de la OCDE, con un salto de 120 puntos entre uno y otro grupo de alumnos. El sexo del alumno es el elemento que menos influye en los resultados académicos, con sólo 29 puntos de distancia en España (39 en la OCDE).

La UE teme el coste social del abandono y reclama más prevención
B. NAVARRO - Bruselas. Corresponsal

Las expectativas de futuro de los jóvenes que no han completado la educación secundaria son poco halagüeñas, advirtió ayer la Comisión Europea. Cada vez va a haber menos empleos para la mano de obra poco cualificada y las inversiones en protección social para amortiguar las consecuencias del abandono prematuro de la educación probablemente se van a reducir como consecuencia de la crisis.

La Comisión Europea está convencida de que las medidas de prevención son "mucho más baratas" que asumir luego el coste social de este problema y ayer lanzó un nuevo plan de acción para atajarlo. No incluye grandes novedades respecto a los planes puestos en marcha en los últimos años: más coordinación, detección temprana, intervención preventiva (por ejemplo, con clases de refuerzo de idiomas para los niños de origen extranjero) y seguimiento para dar una segunda oportunidad a quienes se descuelguen de manera prematura del sistema educativo, a través de programas de formación profesional y educación de adultos.

Los ministros de Educación de los 27 debatirán el fenómeno y sus posibles soluciones en Bruselas en su reunión de mayo. La situación varía enormemente entre los distintos países de la UE y el objetivo es en parte intercambiar "buenas prácticas", es decir, experiencias que han dado resultados positivos en algunos países.
Pero, como recordó la comisaria, tampoco hace falta mirar lejos en busca de inspiración. Dentro de España, resaltó, hay grandes diferencias: el País Vasco, por ejemplo, tiene una media de abandono de apenas el 14%, la mitad de la tasa estatal. Tan variado mapa, se explica principalmente por causas socioeconómicas, en primer lugar por un dato tan revelador como el producto interior bruto. A mayor pobreza, mayor fracaso escolar. A mayores problemas de vivienda, peores resultados escolares. A mayores tasas de inmigración, mayor abandono escolar...

Vassiliou se pronunció sobre la llamada "generación ni-ni" española, jóvenes que ni estudian ni trabajan. La comisaria se mostró al tanto de sus situación y de sus causas, un boom del sector inmobiliario que animó a muchos a abandonar los estudios ante la promesa de un empleo fácil y bien remunerado, y que ahora ha dejado a miles de trabajadores en el paro. En el futuro, cada vez habrá menos empleos de este tipo, por lo que recomendó tratar de volver a atraer a este sector de la población hacia la FP. "En el futuro se necesitarán más calificaciones para lograr trabajo", subrayó Vassilou, partidaria de ampliar la formación a estudios en el ámbito de las artes o los deportes para reintegrar a estos jóvenes en el mercado laboral.

El país está estancado en un 30% de fracaso escolar, a la cola de Europa.

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